Encontramos en la clínica diaria de forma frecuente la entrada de loros y pequeñas psitácidas con evidentes problemas de piel y plumas. El picaje de plumas supone un reto diagnóstico para el clínico veterinario y encontrar la causa del proceso es fundamental para la evolución favorable del ave.
Podemos encontrar estos problemas de picaje en psitácidas, entre individuos, pero profundicemos en el picaje autoinfligido por ser el proceso más frecuente.
El picaje autoinfligido ha sido achacado desde hace tiempo casi exclusivamente a problemas psicógenos, estrés, etc… Pues bien, de unos años a esta parte se han encontrado distintos procesos patológicos asociados al picaje autoinfligido que parecen ser el origen desencadenante de este.
Como norma general, cualquier enfermedad o proceso patológico en psitácidas puede desencadenar un picaje autoinfligido, con lo que es fundamental practicar una correcta anamnesis al propietario y proceder con un correcto examen diagnóstico para averiguar si existe una enfermedad sistémica o bien tenemos un problema de picaje vero. El picaje autoinfligido puede o bien indicar un proceso pruriginoso o bien molestia en órganos internos que llevan al individuo a autoinfligirse picaje en las zonas de proyección de los órganos afectados.
Podríamos dividir las causas directas de picaje en:
- Origen infeccioso
- Origen metabólico
- Origen inflamatorio/reactivo
- Origen parasitario
- Intoxicación por metales
- Enfermedad del aparato reproductor
- Neoplasia
- Causas psicógenas
Los agentes infecciosos que intervienen en el origen de este problema pueden ser bacterias, hongos o virus; tanto hongos como bacterias suelen saprofitar el tegumento del ave ocasionando dermatitis, prurito y por ende picaje autoinfligido. Un tratamiento antibiótico/antimicótico y antiinflamatorio correcto debiera ser propuesto para atajar el proceso previo cultivo microbiológico y antibiograma de muestras afectadas de tegumento.
Patógenos virales como el circovirus o el polyomavirus pueden ser los causantes de defectos de crecimiento de plumas anómalas y ser causa de prurito de forma directa o bien de forma indirecta al formarse problemas de crecimiento de plumas tales como quistes, foliculitis, etc.
Los problemas de picaje de origen metabólico son en su mayoría originados por una alimentación balanceada erróneamente o por deficiencias serias de minerales, vitaminas y otros elementos fundamentales para el correcto desarrollo del tegumento. La hipovitaminosis A viene siendo ampliamente descrita en aves con problemas de picaje autoinfligido.
Los parásitos externos son una causa frecuente de pobredumbre de las plumas y origen de picaje en aves, y suele asociarse a unas condiciones de mantenimiento deficientes: exceso de biomasa, falta de limpieza del recinto, humedad inadecuadas, etc. La desparasitación externa debiera ser una pauta regular bianual para evitar excesiva carga parasitaria.
También encontramos endoparasitosis como origen de picaje en zona ventral del celoma y flancos, signo muy característico de ninfas (Nymphicus hollandicus) parasitadas con Giardia spp. Uno o dos estudios coprológicos anuales resultan de elección en el seguimiento del paciente aviar.
La intoxicación por metales pesados como zinc o plomo pueden desarrollar estasis digestiva y subsecuente picaje de zonas ventrales del cuerpo.
Ciertas patologías del aparato reproductor, tanto en machos como en hembras, pueden desencadenar picaje autoinfligido; quistes foliculares, ooforitis, hiperplasia testicular o neoplasias pueden ejercer presión sobre los plexos nerviosos sublumbares provocando así dolor o molestia en la zona lumbosacra e incluso extremidades y picaje de estas zonas.
Se describe la existencia de hipersensibilidad de ciertos individuos a materiales y tejidos sintéticos, siendo los grises africanos (Psittacus erithacus) quienes más muestran este proceso en nuestra experiencia. Aunque poco frecuente, también se describe en la literatura el picaje autoinfligido por neoplasia del tegumento.
A pesar de tratarse de procesos más o menos graves con pronósticos variados, es el picaje psicógeno el verdadero reto para el veterinario de aves a la hora de descubrir el motivo del mismo y, por supuesto, a la hora de intenta plantear un plan de manejo y tratamiento.
En próximas entradas profundizaremos sobre el diagnóstico y tratamiento de cada uno de los orígenes de picaje, y valoraremos las claves para poder prevenir su origen.
Deje su comentario